lunes, 28 de junio de 2010

TIPOS DE CONOCIMIENTO

TIPOS DE CONOCIMIENTO

Como hemos visto, el conocimiento puede ser un proceso o resultado de la actividad intelectual del ser humano, la cual se ´produce de manera individual o a partir de su interacción social. De acuerdo con lo anterior, se han propuesto cinco tipos de conocimiento.
CONOCIMIENTO EMPÍRICO
La repetición del conocimiento intuitivo y su constante aplicación en la vida cotidiana, de manera natural y sin que se lleve a cabo una rigurosa sistematización, hace que el ser humano desarrolle lo que se llama experiencia. A este conjunto de saberes obtenidos a través de los sentidos desde que nacemos, le denominamos conocimiento empírico.
El conocimiento empírico posee un cierto grado de generalidad; sin embargo, no profundiza en la explicación de los objetos, ni de la realidad. Al ser producto de la existencia individual, no se refiere a las causas de las cosas y por lo general son meras opiniones sustentadas en creencias y costumbres propias de la sociedad a la que pertenecemos.

CONOCIMIENTO FILOSÓFICO
El conocimiento filosófico es el resultado de un grado más complejo en el pensamiento abstracto del ser humano. A partir de una serie de consideraciones y reflexiones generales, pretende ofrecer explicaciones de los temas que analiza empleando la razón y los argumentos racionales, a diferencia del conocimiento empírico y religioso. Es un saber de tipo general que busca la respuesta al porqué de los fenómenos y las causas que los originan de manera sistemática generalizadora y rigurosa, para lo cual crea categorías y conceptos.
Es un conocimiento crítico, pues analiza los fundamentos de todo lo que considera y nunca se limita a aceptarlos ingenuamente; esto explica su carácter de ciencia temporal, ya que cuestiones filosóficas –como el problema del ser, el sentido del cambio, el concepto de sujeto, la estructura de la trascendencia o el alcance del conocimiento-, son temas que se han abordado en todas las épocas.

CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
El conocimiento científico se caracteriza por la búsqueda constante de leyes y principios que rigen los fenómenos naturales. Deriva de la palabra ciencia (del latín scientia, de scire, o sea “conocer”). Se emplea para referirse a la actividad humana cuyo objetivo es la comprensión de la naturaleza y la producción de conocimientos obtenidos por medio de un método organizado de manera deductiva que aspira a alcanzar el mayor consenso posible. Es una forma de conocer la realidad, es decir, los fenómenos que ocurren en la naturaleza y la sociedad, que incluye todo lo que existe a nuestro alrededor, lo que cabe dentro de nuestra capacidad de entendimiento, lo que es el mundo y lo que somos nosotros.
Es resultado de un método riguroso y objetivo; aspira a dar razón de todas sus afirmaciones, sistematizarlas, fundamentarlas y probarlas. Pretende explicar de manera objetiva y racional las diversas formas en que se manifiestan los procesos existentes, descubriendo las interacciones con otros procesos. Este tipo de conocimiento se obtiene a través de un proceso de validación denominado método científico, que acepta la existencia de una realidad externa sujeta a la del hombre. Consta de seis pasos:
1. El objeto de la investigación científica es la realidad externa, la cual es independiente a la del investigador.
2. La realidad externa es regular, es decir, que sigue el principio de causalidad dentro de una estructura determinista, propone que no hay excepciones a las reglas de la naturaleza.
3. La realidad solo puede transformarse en experiencia cuando se filtra a través de los sentidos del sujeto que los observa.
4. La percepción de la realidad por el hombre no se parece a la imagen de algo en el espejo, en vista de que el sujeto utiliza su experiencia previa y su imaginación cuando incorpora un hecho nuevo; en otras palabras, de todo lo que el hombre percibe, lo único que registra es aquello que posee sentido, que tiene un significado dentro de sus esquemas previos, que no violenta su visión general o especifica de la realidad.
5. La incorporación de un hecho nuevo puede o no cambiar la estructura teórica que lo explica, puede servir para modificar o hasta eliminar la hipótesis que lo subentiende; como quiera que sea, la ciencia crece debido al constante acoso que los nuevos hechos plantean a las hipótesis clásicas que pretenden explicarlas.
6. En el trabajo cotidiano del investigador surgen en ocasiones hechos u observaciones inesperadas, resultados completamente sorpresivos o serendipia, que a veces cambia radicalmente el interés y el campo de estudio del hombre de ciencia.
Pero la palabra “ciencia” no es un término honorífico, sino descriptivo; por consiguiente las actividades que no son científicas tampoco son, por necesidad de valor inferiores; son, tan solo, diferentes de las científicas.
El origen del conocimiento
Hace más de 2 millones de años, los primeros seres humanos deambulaban sobre la superficie de la Tierra sin mayor preocupación que la de procurarse sustento y abrigo. Mientras los animales inferiores solo estaban en el mundo, el hombre trataba de entenderlo. Se preguntaba cual era el origen de los fenómenos que le rodeaban. El primer logro que tuvo fue clasificar mediante oposiciones binarias todos los fenómenos que ocurrían (día-noche, vida-muerte, lluvia-sequía); luego, se percató que un hecho seguía a otro; intuyó la ley de causa efecto que rige la naturaleza. Como no tenía el conocimiento necesario para explicarse el origen de tales sucesos, tuvo la idea de que los objetos poseían cierto tipo de poder mágico. Es posible que el instinto de supervivencia haya sido determinante para que decidiera atraerse el favor de esas fuerzas sobrenaturales, a través de la realización de ceremonias rituales. Así es como nació la magia y la brujería.
El pensamiento mágico fue la respuesta inicial para tratar de explicarse el mundo en que vivía; pero era insuficiente. Un día, llegó a la conclusión de que los fenómenos naturales eran la manifestación de la voluntad de unas fuerzas o espíritus superiores. Son dioses, se dijo, los que crearon el mundo y dominan cada uno de los fenómenos que ocurren. De esta manera, el cielo, la tierra y sus entrañas, y el mar se poblaron de dioses y diosas. El mito fue la explicación de lo que no entendía el hombre. La mitología le permitió explicarse más y mejor el acontecer diario de la naturaleza, además de dar razón de todos sus aspectos y acontecimientos. Pese a ello, no tardó en pensar que en lugar de varios dioses, solo había uno supremo. Así, la idea del monoteísmo empezó a consolidarse, hasta imponerse sobre el universo mitológico. Este hecho marcó el inicio de la religión.

La religión vino a ocupar un lugar muy importante en la vida del ser humano. El grado de abstracción al que llegó su pensamiento le permitió al hombre arribar a la idea de un dios único, que puede interceder por él, alternando el curso de la naturaleza a través de los llamados milagros. Asimismo, se consolidó un sistema de creencias en las que se discute que es bueno o malo. Casi todas las religiones se autoproclamaron como verdaderas por rendir culto al único dios a través de un código de conducta moral que fue dado a conocer por el mismo dios, o por revelación a un elegido.
Cuando el hombre inventó la religión, su nivel intelectual era ya muy elevado, pues a la par de éste, había desarrollado otros conocimientos en el campo de las matemáticas, astronomía, botánica y medicina, lo que demuestra una mentalidad crítica y analítica propia de un pensamiento cada vez más abstracto, que condujo a la filosofía, la cual se caracteriza por la búsqueda, comprensión y explicación de los fenómenos naturales.
El deseo de fundamentar el conocimiento filosófico derivó en el pensamiento científico. En efecto, la necesidad de probar empíricamente las afirmaciones que se hacían sobre el mundo fue el primer paso a la actitud científica. Con la ciencia explicamos el mundo que nos rodea a través de principios formulados a partir de la observación de los hechos. Los orígenes del pensamiento científico se remontan a Mesopotamia y Egipto, y de ahí se considera que su auge en el mundo antiguo se dio en Grecia y Roma. Durante la Edad Media, hubo un retroceso, su desarrollo se vinculo a la teología, a excepción del mundo árabe. Con el renacimiento, la invención de la imprenta, las ediciones de textos clásicos por los humanistas, los viajes y descubrimientos de nuevos países contribuyeron a la renovación del clima científico. El siglo XVIII marcó el despunte de la ciencia moderna. Con el paso del tiempo, la física fue una de las primeras disciplinas científicas que se desarrolló; aspiró a formular matemáticamente las leyes del comportamiento que rigen la naturaleza, a partir de la predicción (completa o estadística), descripción de los hechos (observación, experimentación) y la comprobación (verificación).

No hay comentarios:

Publicar un comentario