lunes, 12 de julio de 2010

TAREA DEL PROPEDEUTICO DE MAESTRIA DE INNOVACIÓN EN LA ESCUELA

REPORTE DE PRÁCTICA EDUCATIVA
AUTOR: MIGUEL BAZDRESCH
REALIZADO POR: CARLOS RESENDEZ SOLIS.

PRÁCTICA Y PRÁCTICA EDUCATIVA

Práctica (Villoro, 1987) no es toda o cualquier actividad humana. Práctica es la acción dirigida por fines consientes, se refiere solo a la actividad intencional y no acciones instintivas o inconscientes. Se aplica a las acciones que Villoro llama objetivos, no abarca los actos mentales, internos, los estados di posicionales o las actividades del sujeto.
Villoro define lo que el denomina un concepto amplio de práctica: acción intencional objetiva. Existe intención (Bruner, 1984) cuando un sujeto actúa de forma persistente para alcanzar una meta, no es necesario que el sujeto sea capaz de explicar dicho fin, las acciones cuya intención es comunicable revisten características especiales que convienen revisar. En este tipo de acciones el interlocutor puede preguntar si hay alguna intención, verificar si es intencional o no. Muchas acciones de un sujeto se ven desde afuera como “causadas” por acontecimientos al margen de lo que el pretendía. En la acción intencional “el saber que” se convierte en “saber como” de manera mas directa; un propósito tiene una idea de cómo hacer para conseguirlo; no obstante que esta transformación del que en como es mas directa la acción intencional , no quiere decir que sea mas fácil. Bruner nos dice que la acción intencional es aquella que tiene seis constitutivos: Metas, puntos de partida, puntos de llegada, trayectoria ente ambos, controlar y descomponer en etapas.
Cuando hablamos de “practica educativa” Wilfred Carr, filosofo de la educación dice: “no conozco ninguna publicación sobre filosofía de la educación que se ocupe explícitamente del concepto de práctica educativa, el mismo autor afirma que “la práctica” tiene tal cantidad de significados que la búsqueda de criterios que pueda aportar algún significado definitorio de “práctica educativa” infiere en primera instancia , que no hay práctica sino “prácticas educativas” tantas cuantas sea posible significar. En síntesis Carr, llega a tres conclusiones para nuestro propósito.
 Estudiar la práctica educativa es reconciliar el conjunto de criterios que rigen su uso (idea de práctica encardinada en la filosofía de Aristóteles)
 La distinción más importante, en el contexto aristotélico Praxis y poiesis.
 La poiesis se refiere a la “acción material” que consiste en hacer realidad algún producto especifico. La praxis también se dirige a conseguir un fin pero no busca producir un artefacto sino un bien moralmente valioso, no puede materializarse, solo puede hacerse.
La práctica, la praxis para Carr se trata de la ciencia que busca elevar el saber práctico inmenso en la tradición (entendida como el modo de hacer las tareas éticas o intencionales).

Así decir “práctica educativa” es referirse a la acción intencional cuyo fin es educar, inseparable del medio que usa y el bien que consigue se trata de acciones observables que efectivamente educan. Lo constitutivo ha de identificarse en cada práctica concreta de cuales acciones constituyen la “practica educativa”. Educar supone un acto intencional del sujeto que va de no educado a educado (no se puede educar de paso, tampoco por la fuerza). Los actos intencionales suponen un proceso de concienciación, es decir un proceso de conciencia reflexiva creciente en la acción educativa. La intencionalidad no opera de manera mecánica si no por un proceso que podemos llamar cognitivo. Y el proceso cognitivo tiene su base en la “práctica” es decir en los actos intencionales objetivos cuyo punto de arranque es la experiencia y las acciones consecutivas en las operaciones propias del proceso de conocimiento, la sensibilidad de observación cotidiana del maestro, puede apuntalar o destruir un proceso cognitivo. Lo constitutivo ha de buscarse en la lógica de las acciones realmente construidas, concientizadas y operacionales e intencionalmente transformadas. Lo constitutivo hemos de buscarlo en los sujetos en cuanto sus acciones construyen o no educación para si mismos, ahí estará o no lo educativo de la práctica, de las acciones intencionales objetivas.
Si disponemos de un significado de práctica y de práctica educativa acerca de que y como desentrañarlas, toca dar ahora al siguiente paso: considerar a la práctica educativa, como objeto de estudio. Así podremos estudiarla, conocerla y sacar consecuencias, los elementos característicos de la práctica educativa enunciados por Carr implican “algo” más que lo necesario en el caso del estudio de las prácticas sociales. Específicamente, es necesario el concurso activo de quien práctica la educación (educador (a) educando), pues son estos sujetos quienes pueden “identificar, recuperar y sistematizar” los elementos efectiva y realmente introducidos en la acción intencional. Vale recordar y a manera de ejemplo meramente ilustrativo, tres de los más conocidos trabajos: Philip W. Jackson quien en el libro “la vida en las aulas” da una mirada a la complejidad de la cotidianidad del aula y una de las “instituciones” mas importante e la educación; Peter Woods con su trabajo pionero etnográfico. “La escuela por dentro”, en el narra los modos en que la escuela y la sociedad se refleja mutuamente y los trabajos de varias investigadoras titulado “La escuela cotidiana” en donde se evidencia como los modos, las prácticas, las presentaciones, el lenguaje y otros elementos “hacen o deshacen” la enseñanza y el aprendizaje, son todavía pocos los estudios que incorporan sistemáticamente los aportes y significados de los prácticos de la educación. Ahora se escudriña al maestro, al alumno, al contenido, a la interacción, al aula, al contexto, a las instituciones para encontrar como influyen y constituyen el hecho educativo. Una de las direcciones de este esfuerzo consiste en trabajar con docentes en la indignación de su quehacer educativo con el doble propósito de contribuir a la solución de los problemas de la docencia y al estudio de las prácticas educativas para encontrar los constitutivos del hecho educativo en acción. Especial relevancia han cobrado los trabajos propios de trabajadores de la educación donde se involucran en la investigación de su práctica, con asesoría directa de un investigador para modificarla e innovar a partir de una comprensión de los constitutivos de la misma, propuestas por Bruner para distinguir un acción intencional en la relación pedagógica de dirección, supervisión, planeación o evaluación. La práctica docente y la educativa en general, se revela en los hechos como práctica intencional y no solamente técnica: nadie educa a nadie, cada quien se educa a si mismo, junto con la comunidad, diría Freire.

La educación, la articulación misma del diseño o planeación, se construye en los hechos, los cuáles confieren, configuran y construyen a la vez una cierta coherencia entre los elementos de la práctica operada por los sujetos participantes, la práctica estudiada sistemáticamente ya no se compara con un modelo previo, considerado ideal o conveniente. Ahora nos permite reconocer cuáles son, en los hechos mismos las intenciones que explican la articulación concreta observada en la práctica; es decir, podemos acceder a “ver” la metodología “real” de la educación y consecuentemente los efectos producidos por esa “clase” de coherencia. Para lograr el propósito se requiere implementar un método que tenga las características que se pretende , esto a partir de las acciones educativa, reconstruirla, resinificarla, teorizarla e intervenirla para transformarla, por que son los prácticos de la educación los que están en contacto cotidiano con una práctica desde la cual se pueden reflexionar sobre la naturaleza de sus actos y relacionarlos con los éxitos o con fracasos obtenidos para tratar de inferir que todo lo que hace produce educación.
Construir la concepción metodológica de la práctica desde lo descriptivo hasta el momento problematizado e interpretativo, se hace posible si usamos una “Concepción Metodológica” de la práctica educativa, describirla y observarla, se construye por la articulación real de las partes presentes en la práctica. La práctica tiene sentido para el sujeto en la medida en que se consigue mediante un proceso cognitivo por el cual los sujetos pasan de los hechos de la formulación y valoración de una significación concreta a la acción intencional objetiva; el educador cuando esta practicando, piensa su quehacer como lógico y articulado pero en general los educadores pensamos en lo que hacemos en el momento de la acción como unidades coherentes para sustentar-explicar- dar cuenta- significar sus acciones concretas donde tal proceso no es, en la mayor parte un proceso consciente. Cuando el docente se apropia de la noción de que la educación es una acción intencional puede empezar a ver su quehacer con otra mirada.

En su proceso general, el docente se cuestiona ¿Cómo comenzar? ¿Qué métodos utilizar? ¿Cómo llevar acabo lo necesario para encontrar la metodología? del ir y venir entre práctica y teoría. El punto de partida a de ser la práctica misma: los hechos, las acciones intencionales mediante el uso de la técnica de la investigación cualitativa o interpretativa revisando los elementos que la componen teorizar con ellos, relacionar, esquematizar, estructurar o conceptualizar; intervenir la relación de los elementos que componen la práctica para adecuar las acciones a los propósitos y construir efectivamente una acción educativa, no en el discurso o en el diseño, sino en la praxis misma; ir de la observación a la significación, o reconstruir, identificar los elementos propiamente educativos y decidir los cambios convenientes para darle mayor potencial. Una vez tomada la decisión de escudriñar la práctica, es la primera etapa en el proceso, el propósito es recuperar el propio pensamiento y la concepción para desarrollar una metodología innovadora de la práctica educativa; describir lo que hacemos sirve para evitar algunas de las trampas de la conciencia, analizar la descripción, identificar las mediciones va a permitir darnos cuenta de cómo hicimos esos procesos de distinguir las acciones intencionales objetivas, muchas actividades no son pensadas, sino que suceden a manera de reacción ante algún suceso en el curso de la práctica.
Reconocer los elementos y distinguir constitutivos facilita al educador el hecho educativo a descubrir y valorar la importancia para conseguir hechos educativos, mediante estos procesos se consigue el acercamiento intencional a descubrir lo constitutivos de práctica desde las acciones mismas. El educador debe observar su práctica pedagógica en el autoanálisis elemento importante para la autorregulación de las relaciones de enseñanza aprendizaje entre educadores y aprendices; el propósito del autoanálisis permite la autocorrección inmediata de prácticas no exitosas o incongruentes y verificar lo que funciona y lo que no para planear alguna corrección especifica inmediata si se estima necesaria para generar un aprendizaje.

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